lunes, 25 de junio de 2012

Cruce de los Andes


 Españoles más algunos yanaconas comenzaron a transmontar las primeras alturas de la cordillera de los Andes. En su avance por la cordillera, los expedicionarios sufrieron muchas penalidades, ya que caminaban agotados por el frío y el congelamiento de sus manos y pies, y por la dificultad de un suelo lleno de guijarros pequeños, de bordes afilados, que les destruían las suelas de los zapatos y las herraduras a los caballos. El gélido clima de la cordillera mató a gran parte de los indios yanaconas, que empezaron a dejar en la ruta como un sendero de muerte, pues no tenían la ropa adecuada y andaban a pie desnudo, y a varios los españoles, cuando se quitaban las botas, se les caían los congelados dedos de los pies. La tradición dice que fue por el llamado hoy "Paso de San Francisco" por donde Almagro realizó su triste travesía. Las penurias aumentaron al internarse por ese paisaje helado, inhóspito y silencioso, llegando incluso a detener el avance por falta de ánimos.
El conquistador, preocupado por la suerte de sus hombres, encabezó junto a otros veinte jinetes un grupo de avanzada, que atravesó la cordillera y después de cabalgar tres días enteros, llegaron al valle de Copiapó (en ese entonces Copayapu), recogiendo víveres que le suministraron los indígenas y que envió de inmediato para socorro de sus hombres.

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